Capítulo 4: Nuestro territorio: así nos vemos y nos imaginamos en nuestro día a día
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2020-06-01Author
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Abstract
Las anteriores páginas dan cuenta del sentir de nosotras las
mujeres y de las diferentes problemáticas que hemos vivido.
Pensar en el Naya no implica solo lo geográfico, sino la misma
complejidad y dificultad para expresar o definir el territorio.
Nuestra relación con aquel va más allá de los límites que hemos
construido a lo largo de la vida; en este ejercicio de ver nuestra
realidad nos hemos dado cuenta de que a veces no somos cons-
cientes de que no poseemos el territorio que habitamos. Hemos
reflexionado como nayeros y nayeras, pero aún nos hace falta
llegar a un acuerdo para definir si la propiedad que queremos
es colectiva, individual, o ambas, y conseguirla. Tal vez la no
conciencia de la tenencia de la tierra es porque siempre hemos
vivido en el Alto Naya y lo sentimos nuestro, sin necesidad de
que una entidad diga que lo es. Algunos pensamos que porque
pagamos una tierra es nuestra; “los indígenas tienen mayor con-
ciencia de la propiedad colectiva y la organización del cabildo,
pero los demás colonos no tienen esa claridad” (Encuentro de
mujeres, Santander de Quilichao, 2015).
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