Judith Butler sugiere que las categorías que constituyen identidades son construidas performativamente: a través de la repetición y exclusión de ciertas normas socioculturales. La performatividad ha sido leída desde la perspectiva del voluntarismo o del constructivismo. Sin embargo, Butler considera las identidades desde la perspectiva más compleja de la deconstrucción, afirmando que el proceso lingüístico de la performatividad siempre está abierto al fracaso y a las diferencias. La deconstrucción, pues, permite la apertura a lo diferente y trata de subvertir la rigidez de las normas socioculturales que hacen que ciertos sujetos sean reconocibles por la sociedad.