Editorial
Fecha
2014-04-29Autor
Enlace al recurso
http://revistas.ustatunja.edu.co/index.php/qdisputatae/article/view/234Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemColecciones
Resumen
He aquí un camino de contemplación. De ascenso pero sobre todo de descenso. Salimos de entre los hombres, subimos a la montaña y luego bajamos nuevamente al encuentro de los hombres. Usando la alegoría de las metamorfosis de Nietzsche (camello, león y niño) esto es lo que ocurre en el más alto pico de la montaña: como el camello cargado se interna en el desierto (Nietzsche, 1983, p. 31) se debe internar el que contempla en su desierto y empezar la lucha, para intentar mirar, escuchar, oler, degustar y sentir allí donde aparentemente todo es insípido, sin música, sin olor, sin luz y sin cuerpo. Este es el primer paso, buscar donde nadie busca y es en el fondo del corazón donde están las cargas más pesadas y el desierto más largo. La monotonía, el día a día, la rutina y al mismo tiempo las falsas distracciones, los falsos placeres y el consumismo actual, nos llevan a la pereza y nos evitan cargar con lo que necesariamente debemos cargar para emprender el camino y atravesar el desierto que se encuentra en lo profundo del mismo hombre.
Estadísticas Google Analytics
Comentarios
Respuesta Comentario Repositorio Institucional
Gracias por tomarse el tiempo para darnos su opinión.