When Chilean dreams do not fit the ballot box

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Universidad Santo Tomás
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Resumen
Among citizens in general, and among the youth in particular, it is very common, and therefore worrying, to hear people say “I don’t care about politics”. As homo politicus, we can affirm that we do not believe in parties, in rulers, in currents, but politics is inherent to social life, and therefore impossible to separate from the social being of our days. As it could not be otherwise, in a society where a picture is worth a thousand words, the mass media conditioned these political currents, camouflaging the manipulation under the mirage of information. In the division of democratic powers, three were shown —the legislative, the executive and the judiciary—, but a fourth power surpasses them: the power of the press, the generator of opinion, which is capable of creating and destroying, of conceiving clay giants which it destroys when it suits it best. In this essay we will try to reflect on whether the media groups support the kindred political sides or whether they are an invention of the former.
Entre la ciudadanía en general, y entre la juventud en particular, es muy habitual, y por ende preocupante, oír decir “yo paso de política”. Como homo politicus, podemos afirmar que no creemos en los partidos, en los gobernantes, en las corrientes, pero la política es inherente a la vida social, y por lo tanto imposible de separar del ser social de nuestros días. Como no podía ser de otra manera, en una sociedad donde una imagen vale más que mil palabras, los mass media condicionaron estas corrientes políticas, camuflando la manipulación bajo el espejismo de la información. En la división de poderes democráticos, tres quedaron evidenciados —el legislativo, el ejecutivo y el judicial—, pero un cuarto poder los sobrepasa: el poder de la prensa, aquella generadora de opinión, que es capaz de crear y destruir, de concebir gigantes de barro a los que destruye cuando más le conviene. En este ensayo trataremos de reflexionar respecto a si los grupos mediáticos apoyan a los bandos políticos afines o si estos son una invención de aquellos.
Entre la ciudadanía en general, y entre la juventud en particular, es muy habitual, y por ende preocupante, oír decir “yo paso de política”. Como homo politicus, podemos afirmar que no creemos en los partidos, en los gobernantes, en las corrientes, pero la política es inherente a la vida social, y por lo tanto imposible de separar del ser social de nuestros días. Como no podía ser de otra manera, en una sociedad donde una imagen vale más que mil palabras, los mass media condicionaron estas corrientes políticas, camuflando la manipulación bajo el espejismo de la información. En la división de poderes democráticos, tres quedaron evidenciados —el legislativo, el ejecutivo y el judicial—, pero un cuarto poder los sobrepasa: el poder de la prensa, aquella generadora de opinión, que es capaz de crear y destruir, de concebir gigantes de barro a los que destruye cuando más le conviene. En este ensayo trataremos de reflexionar respecto a si los grupos mediáticos apoyan a los bandos políticos afines o si estos son una invención de aquellos.
Abstract
Idioma
Palabras clave
política, gobierno, medios de comunicación, politics, government, media