America, continent of hope? A response from the perspective of Clarence Finlayson

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Autores
Ochoa Disselkoe, Hugo
Director
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https://revistas.usantotomas.edu.co/index.php/cfla/article/view/1892
10.15332/s0120-8462.2014.0110.06
10.15332/s0120-8462.2014.0110.06
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Universidad Santo Tomás, Bogotá, Colombia
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Resumen
Finlayson thinks that the discovery of the Americas is the end of a cycle, the circumnavigation of the world, the convergence of two migratory flows that having departed from Asia, one went to the east and the other one went to the west. In relationship with Europe, beset, at those times, by bloody religious wars, disunited, threatened by the East, made up by many nations that were not States just yet, with the legitimacy of the governments in an already foreseen crisis, the Americas look as a land of hope. Such a situation is, somehow, similar to the situation undergone by the period of the 40´s, in the 20th Century, and thus Finlayson says so: “the overpopulation, the international conflicts, the poverty, the wars devastating almost the entire world put their trust on the vast territories in the Americas.” Nonetheless, this seems to be a hope that has never been fulfilled and that has always been postponed.Keywords: Americas, Finlayson, Latin American philosophy
Para Finlayson, el descubrimiento de América constituyó el fin de un ciclo, la circunvalación del globo, el encuentro de las dos corrientes migratorias que, habiendo partido de Asia, se dirigieron una hacia el este y la otra hacia el oeste. Frente a la Europa de ese entonces, acosada por cruentas guerras religiosas, desunida, amenazada por el oriente, integrada por muchas naciones que aún no eran propiamente Estados, con la legitimidad de los gobiernos en una crisis que ya se preveía, América aparecía como territorio de esperanzas. Tal situación es, en algún sentido, análoga a la que se vivió en los años cuarenta del siglo XX, y así sostiene Finlayson: “[…] la superpoblación, los conflictos internacionales, la pobreza, las guerras que hoy asuelan casi todo el mundo tienen su esperanza concreta en los inmensos territorios de América”. No obstante, parece que se trata de una esperanza siempre incumplida y siempre postergada.
Para Finlayson, el descubrimiento de América constituyó el fin de un ciclo, la circunvalación del globo, el encuentro de las dos corrientes migratorias que, habiendo partido de Asia, se dirigieron una hacia el este y la otra hacia el oeste. Frente a la Europa de ese entonces, acosada por cruentas guerras religiosas, desunida, amenazada por el oriente, integrada por muchas naciones que aún no eran propiamente Estados, con la legitimidad de los gobiernos en una crisis que ya se preveía, América aparecía como territorio de esperanzas. Tal situación es, en algún sentido, análoga a la que se vivió en los años cuarenta del siglo XX, y así sostiene Finlayson: “[…] la superpoblación, los conflictos internacionales, la pobreza, las guerras que hoy asuelan casi todo el mundo tienen su esperanza concreta en los inmensos territorios de América”. No obstante, parece que se trata de una esperanza siempre incumplida y siempre postergada.