Este trabajo intenta encontrar respuestas a una problemática que en el departamento de Córdoba y en la capital Montería está transformándose en una verdadera epidemia, con consecuencias sociales impredecibles; con el agravante de que, ni las autoridades locales, ni el Estado formulan medidas diferentes al simple aumento de penas y eliminación de toda posibilidad de alternativas penales contra los transgresores; incluso los medios de comunicación masivos se limitan a hacer eco del aumento de la punibilidad desde perspectivas francamente amarillistas. Un aspecto importante de este problema es que los delitos sexuales en el sistema penal colombiano tienen un alto rango estadístico; cerca del cuarto lugar en el mapa de conducta violentas (INMLCF), y se realiza durante casi todo el ciclo vital de las personas; no obstante que las edades tempranas constituyen la época de mayor incidencia