La Congregación de Dominicas de Santa Catalina de Sena es la primera comunidad religiosa femenina nacida en Colombia y fundada por los colombianos Gabriela de San Martín y fray Saturnino Gutiérrez O.P. Su origen se dio en un medio y condiciones muy adversas, al punto que el haber sobrevivido y salido a flote es un signo de la valentía y tesón de un grupo de mujeres, en su mayoría campesinas, de baja instrucción escolar, con muchas carencias, defectos y limitaciones, pero a la vez llenas de fe, esperanza y perseverancia. Este capítulo hace parte de una biografía que sobre la madre Gabriela de San Martín (1848-1927) se acaba de elaborar con motivo del inicio de su proceso de beatificación. Se estudia aquí el difícil contexto en que las primeras comunidades locales debían trabajar, en términos políticos, económicos y culturales, las características de las primeras religiosas y cómo, además de luchar contra ese contexto, se tuvo que vencer una gran barrera mental que había sido interpuesta desde tiempos coloniales: la subvaloración de las capacidades, madurez y valores del catolicismo local, expresada no solo por las autoridades vaticanas, sino hasta por el propio clero local.